Vivimos historias que se entretejen. Nos parecen casualidades pero no son más que destino. Unas llevan a las otras; nos hacen girar hacia un lado, luego hacia el otro; se lían y deslían. Nuestra vida es una rueca en movimiento mientras alguien sostiene los hilos de la madeja. Teje y desteje sin medida. Y el resultado a veces es una bufanda sin fin y otras, un ovillo mal liado.