Me he pasado toda la noche ansiosa por despertar y ponerme a hornear. No lo puedo evitar, pocas cosas me hacen tan feliz como cocinar para alguien. Es una extraña combinación de nervios y satisfacción, la de hoy doble satisfacción porque hemos organizado una merienda de celíacos.
No es la primera vez y cuando lo hacemos me gustaría poder recoger la instantánea de cada uno de nosotros observando detenidamente y con los ojos abiertos uno por uno todos los manjares que ponemos sobre la mesa. Normalmente no estamos acostumbrados a ver tantos juntos. Por eso os sugiero que si tenéis a un familiar o amigo cercano con esta intolerancia, probéis a cocinarle un dulce. Solo por su sonrisa habrá merecido la pena.
Durante las últimas semanas os he hablado mucho del otoño y en ninguna ocasión he dado protagonismo a las castañas. Hoy quiero hacerlo porque además de que ya es la época, tengo que admitir que se han convertido en un fruto muy especial para mí.
Los dulces con castañas tienen infinidad de posibilidades y ya que tenía un tarro grande de puré, he aprovechado para hacer una cremita para el postre de esta comida de domingo. Simplemente he mezclado requesón con el puré de castañas (ya azucarado y avainillado) y un topping de cacao amargo.
Para la merienda de esta tarde, le he dado muchas vueltas a los pasteles de castañas y después de investigar mil y una recetas entre libros y blogs, he hecho una adaptación de la receta de My kitchen diaries.
El puré de castañas se puede hacer fácilmente cociendo las castañas en agua o en leche y añadiendo azúcar y vainilla al gusto. Esta vez yo he utilizado uno que mi madre me ha traído directamente del Bierzo.
Por fuera queda un bizcocho muy clarito mientras que por dentro tiene el color del puré. Como sé que a mis amigos celíacos les gusta mucho el chocolate, lo he cubierto con un frosting en la mitad y en la superficie.
p a s t e l d e c a s t a ñ a s c o n f r o s t i n g d e c h o c o l a t e
Para el bizcocho
- 3 huevos
- 50 g de azúcar
- 160 g de harina sin gluten (he utilizado maizena pero probablemente el resultado sea mejor con Schär)
- 25 g de mantequilla
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 vaina de vainilla
- 100 ml de aceite de girasol
- 250 g de puré de castañas
Para el frosting
- 200 ml de nata líquida
- 200 g de chocolate negro
1. Precalentar el horno a 180ºC
2. En un bol batir los huevos con el azúcar. Incorporar la harina, la sal, la levadura y los granitos raspados de media vaina de vainilla.
3. Deshacer la mantequilla hasta que se quede cremosa e ir añadiendo poco a poco el aceite mezclando bien. Incorporar el puré de castañas sin dejar de batir.
4. Engrasar un molde y hornear a 180ºC durante 50 minutos aproximadamente.
5. Dejar enfriar y mientras preparar el frosting calentando la nata hasta el punto de ebullición y añadiendo el chocolate en trozos hasta que se derrita y quede bien mezclado.
6. Desmoldar el bizcocho y cortar en dos partes. En el medio añadir el relleno al gusto, en este caso la preparación de chocolate. Con lo que sobra, verter sobre la superficie como cobertura final.
Ésta también es mi contribución a la propuesta de HEMC#48.