28/6/10

Crónicas de Pushân: Lot, Dordogne y Corrèze

Un solo golpe de vista y lo que quiero transmitir se me amontona en la boca. Al final me quedo muda y prefiero contemplar. Lo que veo no solo me gusta sino que además me embriaga.

Hace unos diez años tuve esta sensación cuando me tocó pasar un mes en una pequeña aldea del departamento de Corrèze, en el Macizo Central francés. Entre las horas de trabajo y las pocas posibilidades de transporte para conocer la región, mi sueño siempre fue volver para visitar todos aquellos maravillosos rincones que estaban muy próximos y, sin embargo, solo conocí a través de folletos.

La espera se hizo larga pero la semana pasada, por fin, pude hacer realidad todas aquellas imágenes que se habían quedado enclaustradas en la memoria. Regresé con ese tipo de emoción que no se puede expresar, que se queda en uno mismo y no vale la pena describir. Encontré lo que buscaba y más, una nostalgia polvorienta en los poblados del medievo y una inesperada paz rural en los campos salpicados de amapolas.

Entre el ayer y el hoy, las aldeas de los departamentos de Lot, Dordogne y Corrèze no han cambiado nada y por eso sus pequeñas historias se escriben hoy con una H grande, porque el paso del tiempo y las circunstancias de cada una, no han impedido que sigan siendo auténticas joyas o, como dirían por allí, "villages-bijoux": Rocamadour, Autoire, Loubressac, Carennac, Turenne, Martel, Collonges-la-Rouge o Sarlat.... La piedra es la protagonista entre entramados de madera, tejados de "lauze" y flores de colores en ventanas y balcones. En cada mirada, una ilustración de cuento que me recordaba a las fábulas de los Hermanos Grimm.

Nunca me ha gustado resumir cuando hablo de mis viajes porque en los detalles está la esencia pero a veces bastan unas pocas palabras para describir lo que un lugar me hace sentir y, en este caso, para Lescaille, he encontrado la frase perfecta:

"J´ai cessé de me désirer ailleurs" (André Breton)

16/6/10

Pan sin gluten / Baking fresh gluten-free bread

A los celiacos nos hace falta muy poco para sacarnos una sonrisa y, cuando alguien logra que lo hagamos, a ambos se nos queda grabado para siempre. Lo he comprobado muchas veces.

Contar con personas que se interesan por nuestra salud, que ponen toda su atención para que tengamos algo que podamos comer y sobre todo, toda su ilusión en vernos disfrutar, a mí al menos me provoca la sensación de estarle agradecida de por vida.

Tener todo al alcance de nuestra mano no siempre es fácil si, cuando estamos fuera de casa, otra persona no se esmera en proporcionárnoslo. Esto me recuerda mi último viaje a Bruselas hace un par de semanas: croissants franceses y pan fresco, todo un sueño hecho realidad y una frase hecha a modo de moraleja para terminar: "Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde".

Este fin de semana me he deleitado con el recuerdo de Bruselas para hornear un poco de pan fresco en casa. ¿Desayunamos?



p a n e c i l l o s   d e   s e m i l l a s

- 500 g de harina de maíz / arroz
- 350 ml de agua
- 20 g de levadura
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 yema de huevo
- Semillas de calabaza, sésamo, girasol y amapola


1. Mezclar la harina junto con la levadura diluída en agua.
2. Cuando vaya tomando forma, añadir las cucharadas de aceite y, por último, el azúcar y la sal (nunca juntar la sal con la levadura al mismo tiempo o no fermentará la masa).
3. Amasar hasta que la masa deje de pegarse a los dedos (antes lavar las manos con agua fría) y darle forma a los panecillos.
4. Dejar fermentar durante una hora tapados al calor (nunca exponer al frío o corrientes de aire).
5. Precalentar el horno a 200 ºC.
6. Una vez que la masa haya doblado su volumen, pintar con la yema de huevo e inmediatamente decorarlos con las semillas.
7. Hornear a 200 ºC de 30 a 45 minutos hasta que se dore su superficie y se tuesten las semillas.

Ya están listos para probar con un poco de mermelada casera.

s e e d s   b r e a d   r o l l s

- 500 g corn / rice flour
- 350 ml water
- 20 g yeast
- 3 Tbs olive oil
- 1 tbs salt
- 1 tbs sugar
- 1 yolk
- Pumpkin, sunflower, sesame and poppy seeds

1. Mix the flour and the yeast diluted in the water.
2. While it´s shaping up, add the olive oil, the sugar and the salt (never mix it at the same time with the yeast, otherwise it won´t ferment later).
3. Knead the dough til it stops sticking your fingers (wash your hands in cold water before) and create the shape you wish for your bread rolls.
4. It takes at least one hour for them to ferment (cover and put them in a warm place).
5. Preheat the oven to 200 ºC.
6. Use the yolk to paint their surface and the seeds to decorate.
7. Bake them for 30-45 minutes til they get slightly brown.

They are ready to be tasted with delicious home made jam. Have a nice bite!


11/6/10

Tu vida es siempre la de alguien más

Hace unos días Studio Duermevela me hizo un regalo: un bonito calendario con sus diseños. Cuando llegué a casa y busqué entre todas las tarjetitas la del mes actual, me quedé con Junio, Julio y Agosto en la mano. Fue emocionante comprobar como en estos meses, la quintaesencia de todo el año y éxtasis de devaneos con el ocio y la diversión, se han quedado grabados muchos de los mejores recuerdos de mi vida.



Detrás de la palabra verano siempre estará Provenza y detrás de Provenza una especie de familia muy bien avenida y unos lazos que se refuerzan cada año por estas fechas. Trabajo y amistad han sabido compaginarse y el resultado es un equipo que ha compartido días agotadores pero noches largas y provechosas que, en su gran mayoría, morían alegres en un bungalow a ritmo de salsa o tristes con la melodía de Los Secretos.

Ojalá que aquellas noches muertas en la terraza guarden por mucho tiempo la que fue una gran cadena de secretos inconfesables.

6/6/10

Bizcocho de Manzana / Apple Cake

Como sabes, siempre hay algo que celebrar y cualquier ocasión es una buena excusa para cocinar y endulzar la vida así que me he dado cuenta que tengo muchos motivos para probar con una buena receta y repartir los trocitos entre: alguien que está esperando con ilusión una buena noticia; alguien que cumple años hoy; y alguien que he conocido este fin de semana y acaba de aterrizar en el mundo sin gluten.

b i z c o c h o   d e   m a n z a n a

- 250 g de maicena
- 100 g de azúcar
- 2 huevos
- 1 cucharada de levadura en polvo
- 125 ml de leche aromatizada con vainilla
- 150 g de mantequilla
- 2 manzanas pequeñas para adornar
- canela en polvo para espolvorear

1. Precalentar el horno a 180 ºC.
2. Fundir la mantequilla a punto de crema (sin derretir por completo). 
3. Batir los huevos y el azúcar hasta obtener un aspecto espumoso.
4. Añadir la maicena mezclada con la levadura y posteriormente la leche templada y la mantequilla fundida.
5. Verter la masa en un molde engrasado previamente.
6. Cortar las manzanas en tiras finas y colocarlas en la superficie de la masa.
7. Hornear durante 45 minutos a 200 ºC
8. Una vez retirado del horno y habiendo reposado un poco, espolvorear la canela sobre las manzanas.

a p p l e   c a k e

- 250 g corn starch
- 100 g sugar
- 2 eggs
- 1 Tbs baking powder
- 125 ml vanilla flavour milk
- 150 g butter
- 2 little apples to decorate
- ground cinnamon to sprinkle

1. Preheat the oven to 180 ºC.
2. Melt the butter until it gets creamy.
3. Whisk the eggs and the sugar. Stir til they get frothy.
4. Add the corn starch mixed with the baking powder and then, the milk and the butter cream.
5. Grease a cake tin and pour the mixture into it.
6. Cut the apples into thin small pieces and put them on the cake surface.
7. Bake it 40 minutes (200ºC).
8. Sprinkle the ground cinnamon over the apple pieces.

Have a nice bite!

3/6/10

Bonjour le soleil!

Ha tardado pero ya está aquí, de repente, sin esperas ni preludios. Y ha llegado para quedarse.

Lo hemos recibido bien, como no, es justo y necesario después de un invierno como el pasado. En Bruselas hasta ha disipado todas las nubes, lo cuál favorece el espíritu de las calles. Todo se ve de otra manera. Dan ganas de levantarse con calma, desayunar a la luz de un gran ventanal, pasear, tomarse una Schnitzer Bräu, sentarse a leer en la explanada del Parlamento y comer en una terraza de la Place de Luxembourg. Casualmente es lo que he hecho esta mañana y una se da cuenta que tiene que replantearse ciertas cosas.

Volví pensando en las vueltas que da la vida y preguntándome que será de mí dentro de un año.