15/3/12

La sonrisa de mamá... la primavera y unas rosquillas

Una sonrisa, la primavera... Comienzan los días menos encapotados, más agradecidos. Las flores crecen con más fuerza, vigor y color; los días son más largos, ya está llegando...


Con ella, mi madre ha llegado hace una semana. Las mañanas y las tardes se me hacen menos largas: paseamos, charlamos, tomamos café con tarta y freímos unas rosquillas. Le encanta hacer rosquillas.

El tiempo con ella es muy preciado, estamos lejos y nos echamos de menos. Compartimos demasiado y si no nos vemos, nos intuimos, nos predecimos y tenemos un sexto sentido la una sobre la otra. Quizás es nuestra manera de protegernos cuando hay distancia de por medio.


Las rosquillas han sido tradición de mi abuela toda la vida y ella ha sabido transmitírselo a sus hijas. Ahora cambian los papeles y es mi madre quien las hace conmigo y yo quien no se atreve a hacerlas sin ella. Es una gran aficionada a la repostería, siempre lo ha sido. Ahora aprovecha la facilidad de encontrar recetas distintas. Va probando y los demás vamos evaluando. 

Sin ir más lejos, ésta es una receta de las monjas Clarisas adaptada para una receta sin gluten.


r o s q u i l l a s   d e   n a t a  

- 400g de harina sin gluten (más la que admita para amasar)
- 125g de azúcar
- 125g de nata 
- 75g de anís o de licor de limón
- 2 huevos
- 1 sobre de levadura en polvo
- ralladura de limón
- una pizca de sal
- azúcar glace para espolvorear

1. Batir los huevos con el azúcar y la nata.
2. Añadir el anís o licor de limón y la ralladura de limón.
3. Tamizar la harina con la levadura y la sal.
4. Incorporar poco a poco la harina a la mezcla líquida e ir amasando hasta que la masa no se pegue a las manos. Si se necesita más harina, añadir pero no demasiada para que la masa no quede seca y se rompa al hacer la forma.
5. Dar forma a las rosquillas y poner a calentar aceite de girasol en una sarten honda.
6. Freír las rosquillas en aceite no demasiado caliente para que se cuezan bien por dentro. Al ir sacándolas, hacerlo con cuidado y utilizando una espumadera porque las masas de harinas sin gluten se rompen con más facilidad.
7. Una vez fritas y retiradas a una fuente, dejar enfriar y espolvorear con azúcar glace por encima si se desea.