3/4/11

Verano en abril y unas galletas de avellana, cacao y canela.

En Bruselas no es tan fácil aparcar el paraguas para que llegue el calor o los días azules sin una sola nube pero, desde hace unas semanas y excepto en algunas ocasiones, hemos visto cómo las calles se llenaban de terrazas y éstas a su vez de multitudes apalancadas al sol de la mañana, del mediodía, de la tarde, incluso de la noche para cenar a la luz de las velas a 20ºC en una noche a la que ya se le antojaba verano.


Y después de una noche suave, llegó el día y sus 24ºC, un sábado de abril en el que autopistas y carreteras parecían maratones de coches y bicicletas compitiendo para ver quién llegaba primero a coger  un trocito de cesped libre en jardines y bosques dentro y fuera de la ciudad. La llamada de la naturaleza fue tajante, el paisaje lucía espectacular y nosotros tampoco nos lo quisimos perder.

Me gustan los sábados, esos días en los que la mayor parte del mundo hace todo lo que le apetecería hacer un lunes, un martes... o un jueves y no puede. Los  fines de semana siguen rescatándonos del estrés y la ansiedad para regalarnos un poco de tiempo libre y para que exista eso que llamamos aficiones o hobbies.

Hoy ya es domingo, para mí más tranquilo, más casero. Me alegra pensar que escribo sin aún haber desayunado porque la espera merece la pena siempre y cuando haya unas galletas de cacao, avellana y canela en el horno listas para acompañar mi taza de leche.

g a l l e t a s   d e   c a c a o   a v e l l a n a   y   c a n e l a

- 200g de harina sin gluten
- 125g de avellanas en polvo
- 65g de azúcar
- 3 cucharadas de cacao en polvo
- 1 cucharadita de canela
- 100g de mantequilla
- 1 yema de huevo
- un poco de leche

1. En un bol mezclar la harina, las avellanas en polvo, el azúcar, el cacao y la canela para que el cacao se integre bien en la harina cuando vayamos a incorporar los ingredientes líquidos.
2. Añadir la mantequilla cortada en cubos y comenzar a mezclar con los dedos. A continuación añadir la yema de huevo y si vemos que aún no se mezcla bien la masa, se puede añadir un poco de leche hasta que la masa se comience a despegar de las manos.
3. Refrigerar como mínimo una hora. Sacar la masa, estirarla y hacer las galletas de 1cm de espesor ayudándonos de un cortador de galletas. Ir colocándolas en la bandeja de horno que habremos cubierto con papel sulfurizado.
4. Hornear en horno precalentado a 180ºC durante 15 minutos.
5. Dejar enfriar en una rejilla.

Buen fin de fin de semana!