26/12/08

Desde la ventana de mi casa

Tras los cristales empañados, cumbres de azúcar glace tamizada, escarcha mañanera y árboles desnudos al viento: la fría estampa de Asturias en invierno. El hielo ordena callar al río y sus aguas enferman y se paralizan, ya no lo escucho. El día se pelea con la noche y el resultado es un día sin sol y una noche sin luna. Verdes que se apagan y marrones que se disparan en un "contigo pero sin tí". El silencio es el señor del lugar y el bostezar ante tanta maravilla es el más triste, pero mejor despertar.

2 comentarios:

in-nocent dijo...

Hola!
Creo que con el frío que está haciendo en toda España lo que ves ahora por la venta tiene que ser un montón de nieve!
Hasta en Sabadell ha nevado!!! je je
Ya de vuelta a Madrid?
Al piso nuevo?

Anónimo dijo...

Realmente bueno...doy fe que son tal y como los has descrito los despertares en el invierno helado cangués. Diría que con tus palabras, incluso, los mejoras. Y no es fácil.