19/2/13

sobre la felicidad espontánea

Fue el día perfecto, por no saber a dónde iba y menos aún lo que me esperaba. Cuando alguien organiza algo bonito para mí con cariño pero sobre todo, con ilusión, una siente deseos de estar agradecida de por vida.

Era San Valentín, algo poco destacable, teniendo en cuenta que nunca lo hemos celebrado, pero surgió así. Caían algunos copos de nieve y el día no era el más claro del año pero aún así, el gris y la nieve solo hacía que potenciar el sentido melancólico del viaje y del lugar.


Lo más importante de todo fue tener tiempo para disfrutar en familia y por un momento, mientras el tiempo se detenía en un cruce de sonrisas, pensé que la felicidad no es la que a veces nos frustramos por encontrar, sino la espontánea que nos regala un instante cualquiera.

La vuelta me hizo pensar en que a veces estas escapadas son necesarias para no resignarse a la rutina. Al llegar me apetecía cocinar, cada vez que me siento renovada es como si la inspiración me obligase a no dejarla pasar.


En nuestra casa ya no se baraja la posibilidad de comprar cosas para el desayuno, solo en caso de que sea algo muy extraordinario o un antojo especial. Por una parte, lo cierto es que me halaga porque siempre he creído que lo casero es lo mejor (nada se hace con más cariño), y por otra, eso me obliga a tener cada dos por tres el horno encendido y recetas rondándome cada noche cuando me acuesto.


Siempre que cocino lo que sueño y veo como mi familia se lo come y recoge las últimas migas, pienso que merece la pena y que ese es mi regalo hacia ellos en compensación  por todo lo que recibo.

p a s t e l   r e i n v e r t i d o  d e  f r a m b u e s a
(receta adaptada de La Tartine Gourmande)

- 200g de frambuesas
- una nuez de mantequilla
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 100g de fromage frais o requesón
- 100g de azúcar de caña
- 1/3 taza de aceite
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 3 huevos grandes
- 60g de harina de mijo
- 90g de harina de arroz integral
- 40g de polvo de almendras
- 1 cucharada de bicarbonato sódico

1. Precalentar el horno a 180ºC y engrasar un molde redondo en cuyo fondo pegaremos papel sulfurizado.
2. En un cazo calentar la nuez de mantequilla y el azúcar y añadir las frambuesas. Dejar hacerse unos minutos y pasarlas al fondo del molde, extender sin aplastar.
3. Para preparar la masa, batir el fromage frais con el azúcar, ir añadiendo poco a poco el aceite, la esencia de vainilla y por último los huevos. Mezclar bien pero no batir demasiado.
4. Incorporar los ingredientes secos: las harinas, el polvo de almendras y el bicarbonato sódico y mezclar bien.
5. Añadir la mezcla en el molde por encima de las frambuesas y hornear durante 30 minutos o hasta que introduzcamos un cuchillo y este salga limpio. Dejar enfriar unos diez minutos y desmoldar con cuidado. Retirar el papel sulfurizado y servir.

15 comentarios:

antonia dijo...

Que delicia de pastel, pues otra receta que me inspiras!
Que envidia, me apeteceria ahora una escapada asi, con nieve incluida

Geles dijo...

Una escapada preciosa y pastel maravilloso, nos pones los dientes largos. Besos

Alisonhouse dijo...

Yo siempre he dicho y pensado que la felicidad está en esos pequeños detalles y tú me lo acabas de corroborar. Con qué poquito nos conformamos para disfrutar y ser felices. De buena gana me llevaría un trocito de ese maravilloso pastel para el desayuno. Las frambuesas me chiflan.
Bss

fresaypimienta dijo...

Que bonita sorpresa!!!!! y que delicia de pastel de frambuesas, las fotografías son preciosas!!! un besito

Iratxe dijo...

¡Qué hermosa sorpresa y qué pastel delicioso!. Un besote,

www.cocinaamiga.com

Carmen dijo...

Que bonito, eso es la felicidad, momentos que surgen sin pensar, porque está claro que cuanto más la perseguimos más nos da la espalda, así que hay que dejar hacer y entonces aparece.
Delicioso pastel "reinvertido" ;-)
Besitos

Maribel Jiménez dijo...

Hay veces que nos empecinamos en buscar la gran felicidad, y eso nos impide disfrutar de la verdadera, que son estos momentos, que bueno es cuando somos capaces de verlo y apreciarlo. El pastel, una maravilla. Un abrazo.

besosdecanelaymenta.blogspot.com

Chez Silvia dijo...

Bonito día, y bonitas sensaciones que gracias a dios las tengo muchas veces. Este pastel me ha encantado como es pero también lo veo muy ligero con todo lo que lleva. Maravilloso como las fotos. Besote

Gema Mate Delicado dijo...

preciosas fotografias, el lugar que nos muestras es totalmente inspirador, imposible no sacar algo bueno de ese lugar...dan ganas de pasear agarrada a alguien con una conversacion interesante.
La receta sencilla pero exquisita.
www.madelfotografia.blogspot.com

Unknown dijo...

¡Qué lindo post Marta y qué verdad en lo que escribes!, Las fotos preciosas, y el pastel irresistible.
besitos desde Canarias

Unknown dijo...

Coincido contigo en festejar los buenos momentos del día a día, tuviste un hermoso paseo, las fotos los describen muy bien.
como también se ve deliciosa esa tarta para el desayuno, voy a tomar la receta y probarla...gracias ♥

Anneris dijo...

Amo las fotografias de tu blog, a su vez las tentadoras propuestas para aprender a cocinar un poquito cada dia.
Muy lindo blog..ya es parte de mis favoritos!
Anneris

Esther dijo...

Precioso ese lugar Marta, y desde luego que sería un pecado con esos pasteles que tu preparas ir a comprar algo industrial para el desayuno.

Muchos besos

Maru dijo...

Nada más memorable que algo tan lindo y espontaneo! me alegro que hayas pasado un lindo San Valentin.
besos!

Heva dijo...

Yo tambien necesito de esas rupturas con la rutina para revitalizar la felicidad y si son sorpresa y con cariño ¿que más se puede pedir?
Un besote :)