¿Quién dijo que ser celíaco fuese aburrido? Si todavía hay alguien que piense así quiere decir que aún no ha probado las convivencias juveniles en las que las palabras apatía, hambre o tristeza no existen. Solo hay que dejarse llevar y de repente: la monotonía desaparece, los problemas se olvidan y solo hay cabida para colmarse de una buena dosis de energía, dinamismo y buen humor.
La prueba más reciente ha sido la IV Convivencia de Jóvenes Celíacos organizada por FACE Joven del nueve al doce de octubre. En esta ocasión, ACECAN (Asociación de Celíacos de Cantabria) fue la anfitriona y consiguió reunir a cerca de 70 jóvenes llegados desde diferentes partes de España. El objetivo, al igual que en anteriores convocatorias, sigue siendo el de crear un punto de encuentro para toda aquella persona que, entre 18 y 35 años, desee conocer gente en su misma situación, intercambiar experiencias y, como no, pasar unos días fuera de casa sin preocuparse por la dieta sin gluten.
Los vítores del himno oficial “Soy Celíaco” y la bandera de FACE Joven conquistaron Cantabria a su paso por Solórzano, Santillana, Santoña, el Soplao, Laredo, San Vicente de la Barquera y Santander y la abandonaron por la puerta grande anunciando que pronto volverán. El lugar es lo de menos, lo verdaderamente importante es el reencuentro.
La prueba más reciente ha sido la IV Convivencia de Jóvenes Celíacos organizada por FACE Joven del nueve al doce de octubre. En esta ocasión, ACECAN (Asociación de Celíacos de Cantabria) fue la anfitriona y consiguió reunir a cerca de 70 jóvenes llegados desde diferentes partes de España. El objetivo, al igual que en anteriores convocatorias, sigue siendo el de crear un punto de encuentro para toda aquella persona que, entre 18 y 35 años, desee conocer gente en su misma situación, intercambiar experiencias y, como no, pasar unos días fuera de casa sin preocuparse por la dieta sin gluten.
Los vítores del himno oficial “Soy Celíaco” y la bandera de FACE Joven conquistaron Cantabria a su paso por Solórzano, Santillana, Santoña, el Soplao, Laredo, San Vicente de la Barquera y Santander y la abandonaron por la puerta grande anunciando que pronto volverán. El lugar es lo de menos, lo verdaderamente importante es el reencuentro.