3/6/10

Bonjour le soleil!

Ha tardado pero ya está aquí, de repente, sin esperas ni preludios. Y ha llegado para quedarse.

Lo hemos recibido bien, como no, es justo y necesario después de un invierno como el pasado. En Bruselas hasta ha disipado todas las nubes, lo cuál favorece el espíritu de las calles. Todo se ve de otra manera. Dan ganas de levantarse con calma, desayunar a la luz de un gran ventanal, pasear, tomarse una Schnitzer Bräu, sentarse a leer en la explanada del Parlamento y comer en una terraza de la Place de Luxembourg. Casualmente es lo que he hecho esta mañana y una se da cuenta que tiene que replantearse ciertas cosas.

Volví pensando en las vueltas que da la vida y preguntándome que será de mí dentro de un año.