Las búsquedas implican desesperación e impaciencia... y la suma: eternidad. Lo que tiene que llegar nunca llega hasta que la búsqueda deja de ser imprescindible y obsesiva. Levantarse con la ilusión y acostarse con la decepción nunca ha sido la mejor opción. Por eso el leit motiv debe ser una especie de "se laisser faire" por la vida misma.