20/6/11

Las rutinas diferentes, un clafoutis de cereza y un cuaderno de viaje

Un fin de semana más... pero otro único. Hacer lo mismo todos los días es lo que se conoce como rutina pero la rutina también es divertida si las cosas se repiten añadiéndoles un buen puñado de azúcar y un toque de color. Al final resulta que son diferentes y no pasan desapercibidas para dos personas entre cuatro paredes, una mesa y dos sillas.

Después de mi espíritu estival de hace una semana, me resisto a llorar con la lluvia y espero con ilusión el mes de vacaciones planificando el itinerario de un viaje, que sin duda es prometedor y que hemos estado preparando mientras comíamos un clafoutis de cereza.


La receta es exactamente la misma que el clafoutis que hice el año pasado a excepción de la fruta: ciruelas en aquella ocasión y cerezas en ésta.

Y respecto al destino... no lo voy a revelar porque espero poder escribir mucho, fotografiar más y contarlo breve pero intenso para dejaros con la miel (o la cereza azucarada) en los labios.