Es verdad cuando se dice que a los amigos hay que cuidarlos. Por eso, esta semana no he parado de hornear muffins y diseñar recipientes para regalar. Se nota que las fiestas están por llegar y voy condensando todo mi tiempo libre en poner ideas a funcionar. A mí me hace feliz crear y a los demás recibir, así que ése es mi equilibrio emocional.
La nieve acecha y el tiempo es el idóneo para resguardarse en casa tras la ventana, leer o aprovechar para escribir teniendo siempre cerca una taza caliente y algo dulce, como no, para deleitarse. Son épocas más melancólicas y por lo tanto, para mí, más inspiradoras.
Encontrar una receta que se ajustase a la textura que quería conseguir no fue fácil, la práctica de hornear me está haciendo cada vez más exigente en resultados y ya no me conformo con cualquier cosa. Esta vez he aprovechado una receta muy jugosa de muffins y he hecho todo tipo de tamaños.
- 2 huevos
- 150 g de harina de repostería sin gluten o maizena
- 50 g de almendra molida
- 20-30 g de cacao puro en polvo
- 120 g de azúcar moreno
- 100 g de nata líquida
- 50 g de aceite
- 1 cucharada de levadura en polvo
1. Se mezclan los huevos con el azúcar batiendo hasta que doblen su volumen.
2. A continuación se vierte poco a poco la nata y después el aceite.
3. Incorporar la almendra molida y después la harina junto a la levadura tamizada. Remover hasta que quede una masa homogénea para, seguidamente, añadir el cacao puro.
4. Mezclar bien todo y verter la masa en los moldes
5. En horno precalentado a 180ºC introducir las muffins y hornear de 10-15 minutos las más pequeñas y de 20-25 las más grandes.