Cuando estoy, las mañanas son de té verde frente al ordenador y las tardes de café y libro mientras aún me quedan muchas cosas por hacer antes de que llegue la noche. Siempre pienso que el día debería tener más horas por eso levantarse temprano es la sabia decisión del ojo que le gana al otro cuando le convence de que abierto se puede estar mucho mejor.
Este fin de semana han sido unas fáciles y sencillas muffins con trocitos de chocolate las que acompañan nuestras mañanas.
No fue mi idea inicial porque el listado de recetas pendientes que estoy deseando hacer es muy largo y estas muffins no eran prioritarias. Sin embargo, hay ocasiones en las que las circunstancias hacen que tenga que decidirme por algo rápido que no me complique el día.
m u f f i n s c o n t r o c i t o s d e c h o c o l a t e
- 300 g de harina
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 110 g de azúcar
- 2 huevos
- 80 ml de aceite de girasol
- 250 g de crème fraîche
- 150 g de chocolate puro troceado
1. Precalentar el horno a 180ºC
2. Mezclar los huevos y el azúcar hasta obtener una crema.
3. Poco a poco incorporar el aceite sin dejar de batir.
4. A continuación se añade la crème fraîche y se sigue batiendo.
5. Por último se tamiza la harina junto con la levadura y se va incorporando poco a poco a la masa. Mezclar bien. Añadir el chocolate troceado y mezclar de nuevo.
6. Repartir la preparación en los moldes y hornear durante 15-20 minutos o hasta que la superficie comience a adquirir un tono tostado.
7. Dejar enfriar en una rejilla.