Al día siguiente por la mañana, toda la magia había desaparecido. La nieve ya no yacía impoluta sobre el suelo ni cubría las ramas de los árboles, sino que la huella humana se había encargado de pisarla y la nieve era ya más barro que un manto blanco.
El frío nos retuvo en casa y al levantarnos pensamos que el mejor plan era hacer pancakes y desayunar frente a la ventana.
Estaban deliciosos con mermelada, azúcar glas, fruta rallada y frutos secos. Otros días fundimos chocolate o las acompañamos de praliné, miel o mascarpone.
Las mañanas de invierno con este desayuno y la tranquilidad del fin de semana saben incluso mejor.
p a n c a k e s
- 50 g de mantequilla fundida
- 2 huevos
- 500 ml de de leche con dos cucharadas de limón
- 300 g de harina fina de arroz
- 1 cucharada de bicarbonato sódico
- 2 cucharadas de aceite de oliva
1. Batir ligeramente los huevos e ir añadiendo la mantequilla fundida sin dejar de remover.
2. Seguidamente incorporar la leche que habremos dejado previamente reposar con las dos cucharadas de limón para que se convierta en buttermilk.
3. Por último, añadir la harina y bicarbonato tamizados y remover.
4. Calentar una sartén que habremos untado con las cucharadas de aceite. Para saber si está caliente, echar una gotita de agua y si hierve, ya se pueden empezar a hacer las tortitas. Con un cucharón, ir vertiendo la masa formando un círculo. Dejar un minuto y cuando empiecen a aparecer agujeritos en la superficie, significará que la masa ya está cocida por el lado de abajo y ya se puede dar la vuelta. Dar la vuelta y cocer por el otro lado. Sacar y repetir procedimiento para hacer el resto.
5. Acompañar con los ingredientes que se deseen.