¿Dónde se quedó el verano? Se va y me deja con la miel en los labios, a punto de saborearlo pero despertándome del sueño justo en ese mismo instante. Lo que había imaginado se perdió en la línea del horizonte, mirando al mar.
A pesar de todo y sin pesar, ha sido un verano emocionante e intenso del primer al último día, minuto e incluso segundo.
La vuelta es amarga y a la vez necesaria.