13/9/11

De azul, verde y blanco

Mucho azul cristalino navegando entre piedra blanca. Baños salados, transparentes y celestes.


Mucho verde recorriendo bosques frondosos en parques naturales. Pic-nics tranquilos, naturales y caseros.


Sobra decir entonces, que nuestro último punto de retiro balcánico fue Croacia.


Hermoso pero menos especial que el resto. Sus virtudes son tan innegables que los turistas se cuentan por millones y se miden por avalanchas y caravanas de tráfico en la carretera. Es inevitable visitar núcleos como Dubrovnik, Trogir, Hvar o Split pero lo que se consigue es que el descanso ya no sea tanto descanso. Huyendo de todo y de todos, centrarse en los mercados locales fue una opción.


En nuestra búsqueda de ansiada tranquilidad la idea fue atravesar el Adriático hacia una isla pacífica. No sé si nuestra insistencia valió la pena pero con todos los bártulos en mano, un sombrero en la cabeza y 30º de calor por la noche, desembarcamos en Brac, una isla algo menos frecuentada que otras. Allí elegimos Bol, un pueblecito pesquero al que nos retiramos con el objetivo de que "nuestra mayor preocupación del día fuera pensar dónde íbamos a cenar por la noche". Y así fue.

Con esta imagen me despido del verano, asimilo por fin el regreso y me centro en las historias que ocurrirán de ahora en adelante, que seguro serán muchas y muy importantes.

Con esta fruta de temporada, abro paso al otoño en Bruselas y a nuevas recetas en mi cocina.