Como a mí, a ella le gusta mirar a los árboles y desde la ventana vemos muchos con sus ramas y sus hojas. Comienza a conocer el mundo y su entorno y se divierte observando. Es inquieta, sin duda es tan inquieta como yo.
Sigo pensando en hacer muchas cosas a la vez, en no perder las horas, minutos y segundos del día, en aprovechar, desde ahora, con ella y de ella. Por eso, mientras canto nanas, también cocino. No he perdido las ganas, sólo tengo que ser paciente y esperar a encontrar el nuevo ritmo, otro ritmo.
Es momento de cosas sencillas. Bélgica huele a chocolate y a fresas silvestres recién recogidas de sus múltiples granjas, esas que ya estoy deseando mostrarle a Léa.
p e t i t s g â t e a u x d e c h o c o l a t e y f r e s a
- 100g de chocolate negro
- 3 huevos
- 90g de azúcar
- 80g de mantequilla
- 30g de harina de arroz integral
- 2 cucharadas de cacao amargo
- 2 cucharadas de almendras en polvo
- fresas cortadas en trocitos
1. Batir el azúcar y los huevos enteros.
2. Fundir el chocolate junto a la mantequilla y añadir a la mezcla de azúcar y huevos sin dejar de batir.
3. Añadir el cacao, las almendras en polvo y la harina.
4. Preparar pequeños moldes en los que echaremos la masa y finalmente las fresas en trocitos.
5. Hornear en horno precalentado durante 10 minutos a 160º.