21/10/08

Las amistades se marchitan pero vuelven a florecer

¿Por qué las relaciones se enfrían? El distanciamiento puede ser una de las causas y, aunque no debería ser una justificación, ocurre a menudo... nos ocurre a menudo. Llegados a este punto y hablando por experiencia, la amistad requiere reciprocidad y sin reciprocidad no hay continuidad. Decía Aristóteles, en Ética a Nicómano,que "la amistad reside en el compartir, en el conversar y en el compenetrarse" por eso el amigo se convierte en ese "otro yo" en el que nos reflejamos.

En cuanto el tiempo y el espacio nos separan, cerramos etapas e iniciamos otras. Nuevas personas entran en nuestras vidas. Poco a poco nos vamos centrando en el presente y dejando atrás (que no olvidando) lo pasado. Las amistades puede que no se acaben, permanecen latentes, a la vez silentes, como si nuestras vidas siguieran y cuando quisiéramos volver a ellas, estuvieran congeladas en un paréntesis detenido en el tiempo. Y en el momento en el que decidimos rescatarlas, o están demasiado marchitas o, por lo general, vuelven a florecer gracias a la ilusión por recuperar el tiempo perdido. Ayer comencé a rescatar una.