20/5/13

merienda para dos y un bosque evocador


Esta semana un vídeo de Kinfolk, siempre inspirador para mí, evocaba el ansia de buen tiempo, los bosques y las meriendas y aunque la primavera todavía no nos ha regalado unas temperaturas dignas de su estación, quizás nos tenga preparados lugares como éste en compensación. 

Caminar entre los árboles de un bosque frondoso es una de las cosas que más me gustan de la vida: la humedad, el aire puro, el silencio roto por los pájaros, pisar las hojas del suelo o poner el ojo y el objetivo de la cámara para captar imágenes como éstas. 

Un par de días después del vídeo nos encontramos precisamente con un bosque, el Bois de Halle. No es un bosque muy conocido y sin embargo tiene guardado en secreto miles de jacintos en flor que, al fondo, forman una línea difuminada de color azul similar a la neblina baja. Ha sido una gran suerte poder descubrirlo este domingo junto a estas pequeñas tartas de frutos del bosque que horneé por la mañana.


Tienen un toque ácido muy sugerente pero se le puede añadir más azúcar en función de lo goloso que cada uno sea. Como acompañamiento esta vez hubiera elegido un buen helado de vainilla pero como la sensación de frío no invita a helarse más en pleno mes de mayo, opté por un poco de faiselle, que es una especie de requesón.


A la espera de la verdadera primavera, os dejo con un pedacito de estas tartas deliciosas para que os imaginéis merendando entre jacintos en flor o viváis algo parecido en un bosque cercano.


m i n i   t a r t a s   c o n   f r u t o s   d e l   b o s q u e
(ingredientes para dos mini tartas)

- 250g de masa de hojaldre (en este caso sin gluten)
- 125g de frambuesas
- 125g de arándanos
- 100g de azúcar
- vainilla en polvo
- yema de huevo
- requesón con azúcar o miel al gusto para acompañar
- cerezas y azúcar glas para decorar

1. Precalentar el horno a 200ºC y engrasar dos moldes circulares pequeños.
2. Dejar macerando las frambuesas y los arándanos con el azúcar y la vainilla en polvo.
3. Extender la masa de hojaldre con un rodillo de cocina y cubrir los moldes en el fondo y en los lados. Reservar un poco de pasta que habremos cortado en hileras para cubrir la superficie.
4. Repartir la fruta macerada en ambos moldes.
5. Comenzar a cerrar la superficie con las hileras de masa de hojaldre dispuestas de forma paralela y cruzada en sentido vertical y horizontal.
6. Pintarlas con yema de huevo diluida en un poco de agua.
7. Hornear de 30-45 minutos a 200ºC dependiendo de si el resultado que se busca es crujiente o blando.
8. Sacar del horno, dejar enfriar y desmoldar. Espolvorear con azúcar glas, añadir unas cerezas y acompañar de requesón con azúcar o miel al gusto.