23/6/11

{preludio}



Aún no me voy de vacaciones pero este fin de semana es un preludio, un breve paréntesis para hundir los pies en la arena, sortear las olas del Mediterráneo y secar al sol con un jugo natural de frutas a mi vera. Es la mejor forma de reavivar el espíritu de un viaje que se anuncia para agosto.

Cada junio, julio o agosto intento sentarme al borde del mar al menos una vez o muchas, si las vacaciones me lo permiten, porque la brisa y el agua alimentan la sed de descanso y también de plenitud. 

Si el mar no existiera, al verano le dolería sobrevivir y a nosotros, imaginarlo.