Este es el pensamiento escrito de lo que iba reflexionando mientras caminaba uno de estos días por Bruselas, la ciudad que me acoge de ahora en adelante. Y es verdad que la vida da mil vueltas, algo que nos aterra y al mismo tiempo nos divierte.
Aún no he tenido un momento para pensar que ya he llegado y que me voy a quedar. El periodo de adaptación siempre es un poco caótico hasta que, por fin, terminas de instalarte.
Ha sido un poco difícil continuar mi rutina de cocina estos días pero tarde o temprano, cuando nuestro nuevo hogar esté listo y preparado, sé que la inspiración será imparable. Los proyectos que se afrontan después de un cambio siempre tienen obstáculos, sin embargo, lo más importante es que están llenos de ilusión por abordarlos.
Nos gusta mucho la tarta de galleta y chocolate y queríamos celebrar un paso más de nuestra vida aquí endulzando la comida y la merienda del domingo.
Las speculoos son unas galletas crujientes muy especiadas pues contienen canela, jenjibre, anís, nuez moscada, cardamomo y clavo en polvo. Otra de sus particularidades es el azúcar "cassonade" con el que están hechas. Es un tipo de azúcar de remolacha que se produce en Bélgica y cuyo aroma es único siendo su aspecto muy parecido al del azúcar moreno.
Aunque en este país no es muy conocida la enfermedad celíaca entre la población de a pie y los establecimientos dedicados a la restauración, afortunadamente existe una amplia variedad de marcas que comercializan sin gluten, por lo tanto, ha sido fácil encontrar speculoos adecuados a mi dieta y os aseguro que el sabor que le da el conjunto de especias de estas galletas no tiene comparación.
t a r t a d e s p e c u l o o s y c h o c o l a t e
- 200 g de speculoos sin gluten
- 1/2 litro de leche
Para el relleno de chocolate:
- 150 g de chocolate
- 75 g de mantequilla
Para el relleno de crema pastelera:
- 2 yemas
- 50 g de maizena
- 1/4 l de leche
- 50 g de azúcar
- cáscara de limón
- ramita de canela
1. Para hacer la crema pastelera se vierte la leche en un pequeño recipiente al fuego junto a la cáscara de limón y la ramita de canela. Se mezclan las yemas con el azúcar, se tamiza la harina y se reserva. Cuando la leche haya llegado al punto de ebullición, se añaden las yemas con el azúcar sin dejar de batir y por último, se incorpora la harina sin dejar de batir. Cuando espese lo suficiente, se retira del fuego y se deja enfriar.
2. Para hacer el relleno de chocolate simplemente se ablanda la mantequilla y el chocolate y se bate todo junto hasta que quede una crema fina y brillante.
3. Templamos un poco la leche y la colocamos en un plato donde iremos mojando una a una las galletas.
4. Cuando estén lo suficientemente blandas (sin que lleguen a romper), se van colocando en el recipiente donde vayamos a servir la tarta.
5. Se van haciendo capas de galletas alternando la crema pastelera y el chocolate finalizando con una capa de chocolate bien extendido.
6. Se refrigera al menos durante 12 horas, tiempo en el que ablandarán las galletas y la tarta adquirirá la consistencia adecuada.
La felicidad, si se busca, se encuentra más allá de los límites del día a día.
