14/12/10

¿Te acuerdas cuando...? Reencuentros y galletas de mantequilla

A veces pensamos que la vida es intemporal y, como uno a sí mismo se ve todos los días, tenemos la sensación de que el tiempo solo pasa para nosotros. Pero lo cierto es que nos sorprendemos cuando, de repente, vemos que la gente ha hecho también su vida: se ha casado, tiene hijos... y comprobamos que ya no seguimos siendo aquellos niños.

Han pasado unos cuantos años desde aquel último curso en el Colegio Alejandro Casona, allá por el año 95. A muchos compañeros los he seguido viendo con más o menos frecuencia; algunos forman parte de mis mejores amigos a día de hoy y a otros, no les he vuelto a ver.

En todos mis diarios, aquellos que he ido escribiendo cada día de mi vida, me he dedicado a contar lo que me iba sucediendo con pelos y señales. Probablemente si comenzase a sacarlos de mi baúl y desempolvarlos, encontraría mil historias que seguramente no habría podido recordar de otra manera salvo que alguien lo hubiera hecho por mí. Y esa ha sido precisamente la intención del reencuentro que hemos organizado este fin de semana.

No ha sido fácil hacer llegar la noticia a todos los compañeros de aquel curso pese a las nuevas tecnologías y las redes sociales pero todos los que hemos podido asistir lo hemos disfrutado mucho. En realidad, no hemos sido nosotros los que hemos cambiado, sino nuestras vidas y, al volvernos a juntar, hemos jugado a ser otra vez esos niños que ya se empezaban a creer que crecían y que lo sabían todo. Durante horas han rondado cientos de historias sobre travesuras, profesores, guateques, primeros ligues... y a cada segundo un: ¿te acuerdas cuando...?. Me ha quedado una sensación fantástica en el cuerpo y en el corazón. Ojalá se repita más veces.

Aprovechando que mis dos mejores amigas son muy golosas y venían este fin de semana para el reencuentro, he hecho galletas de mantequilla en dos versiones: con y sin cacao y, como todo en mi cocina: siempre sin gluten.























En esta ocasión las he hecho de otra manera, variando cantidades. Me he dado cuenta de que son más difíciles de trabajar porque al tener bastante mantequilla y ser sin gluten son más frágiles pero merece la pena porque el sabor es muy auténtico. Así, me he adelantado felicitándoles las fiestas con 365 sonrisas.


































g a l l e t a s   d e   m a n t e q u i l l a

- 300 g de harina (yo he puesto harina sin gluten Schär Mix Dolci)
- 180 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 125 g de azúcar
- 1 huevo entero
- 2 yemas de huevo
- ralladura de limón
- 20g-30g de cacao puro (para las de chocolate)

1. En un bol grande se pone una montaña de harina, el azúcar, la ralladura de limón y la mantequilla cortada en dados. Se va mezclando con los dedos para deshacer la mantequilla.
2. Se van incorporando el huevo y las yemas uno a uno.
3. Se amasa bien hasta que la masa se despegue de las manos.
4. Se divide la masa en dos bolas. Una de ellas será para las galletas de chocolate, por lo tanto, será a la que añadimos el cacao y mezclamos bien hasta que se convierta en una bola totalmente marrón.
5. Con un papel film se cubren y se meten durante 30-60 minutos en la nevera.
6. Precalentar el horno a 180ºC
7. Una vez frías y con un rollo de cocina, se extienden las masas.
8. Elegimos el cortador deseado y se da forma a las galletas colocándolas después en una bandeja de horno a la que le habremos puesto previamente papel especial para que no sea más fácil despegarlas.
9. Se hornean durante 10-12 minutos a 180ºC.
10. Se dejan enfriar y endurecer antes de quitarlas de la bandeja.