Han sido días grises con nubes que no esconden preludio otoñal ni disimulan sentimientos a flor de piel.
Han sido días de paseos pausados por el asfalto viendo la ciudad del lado de la serenidad, de la oscuridad nostálgica de su cielo y de sus lágrimas en el suelo mojado.
Es el dibujo de una postal de otoño que pide a gritos estelas de color. No tardarán en llegar, siempre hay un lugar para el sol.