En estos días he recordado muchas cosas de repente. Me he vestido de niña nuevamente para darme la vuelta y mirar hacia atrás. Hay una pendiente de escalones y todos los he ido subiendo sin prisa pero sin pausa con el paso de los años. Algunos sueños cumplidos, otros por cumplir y aquellos inesperados: los espontáneos.
Ahora estoy quieta ante el próximo peldaño.
Es el momento de mirar hacia arriba y aún me quedan muchos por subir
pero
va a escampar.