Mi cajón del pan ha ido cambiando con los años: no es el mismo lugar, ni el mismo pan. Hace tiempo que ya no hago migas con el trigo, la cebada, la avena o el centeno. Los he abandonado por el maíz y el arroz, el mijo o la quinoa y he preferido aliarme con el bando de los "sin gluten" así que la espiga del logo no es que vaya mucho con el tipo de pan que yo sugiero para este día.
Creo que lo que más agradezco de ser celíaca es la oportunidad de haber descubierto que una de las cosas más maravillosas de este mundo es aprender a comer con los cincos sentidos y a experimentar en la cocina. Amasar y hornear mi propio pan se ha convertido en una de mis mayores satisfacciones en la vida.
Mi aportación en un día como hoy es un pan sin gluten de semillas de amapola.
p a n s i n g l u t e n d e s e m i l l a s d e a m a p o l a
- 500 g de harina sin gluten
- 450 ml de agua tibia
- 20 g de levadura fresca
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 3 cucharadas de semillas de amapola
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
1. Diluir la levadura en el agua tibia.
2. En un bol grande, echar la harina, el agua con la levadura y el aceite.
3. Comenzar a amasar e incorporar las semillas de amapola y por último el azúcar y la sal.
4. Seguir amasando durante cinco minutos hasta que todos los ingredientes se hayan mezclado bien. Dejar fermentar durante una hora en un molde con la forma que deseemos o en la misma bandeja del horno.
5. Precalentar el horno a 200 ºC e introducir un pequeño recipiente con agua para conservar la humedad cuando el pan se esté horneando.
6. Untar la superficie con un poco de aceite ayudándonos con un pincel. Hornear durante 30-40 minutos.
7. Dejar enfriar y cortar.