19/2/12

Un domingo cualquiera al fin y al cabo

No sé si algún día me podré separar de esta ventana pero lo más probable, si logro separarme, es que buscaré otra igual.

Hoy es mágica, como el tiempo: a través de ella veo sol de pre-primavera, al minuto copos de nieve, al par de minutos viento y al final lluvia. Supongo que no es un domingo cualquiera o es otro de muchos.

Esta mañana, a la hora de desayunar, me he topado con una maravillosa caja de clementinas de España y he podido terminar de matizar una receta que había leído en el magazine de Elle à table.

El arroz con leche es todo un clásico al que no le hacen falta variaciones, aunque bien es cierto que admite muchas... et voilà, una de ellas es la tapioca con leche de coco. Mi adaptación de la receta corre a cargo de la magnífica caja de clementinas de la que os hablaba.


Este era el toque especial, el de unas clementinas que huelen en la piel de las manos casi sin apenas tocarlas, perfectas entonces para aromatizar con su piel la leche de coco a fuego muy lento.


Por otra parte, la tapioca es el almidón extraído de la yuca. Su composición hace que se formen unas bolitas gelatinosas que le dan una consistencia espesa y suave a la vez, lo que la hace mucho más ligera para la digestión.


t a p i o c a   c o n   l e c h e   d e   c o c o   a r o m a t i z a d a   a   l a   c l e m e n t i n a


-1/2 taza de tapioca
- 375 ml de leche
- 250 ml de leche de coco 
- 2 cucharadas de azúcar en polvo
- piel de dos mandarinas (eliminando la capa blanca) y unos gajos para decorar

1. Cocer la tapioca durante 5 minutos en agua que ya esté hirviendo. Cuidar que no se pegue al fondo y una vez cocida, pasarla por un colador para eliminar el líquido sobrante.
2. En una olla, mezclar la leche, la leche de coco y el azúcar y ponerla a fuego lento con las pieles de la mandarina.
3. Una vez notemos que la mandarina ha infusionado bien en la leche hirviendo, retirar y añadir la tapioca cocida.
4. Dejar hervir todo durante 10-12 minutos a fuego muy suave hasta que la tapioca esté transparente por completo y haya espesado el líquido.
5. Verter en recipientes y dejar enfriar. Una vez templada, meter en el frigorífico hasta consumir.
6. Decorar con un par de gajos de mandarina si se desea.