Justo después de desayunar, la ventisca de copos me hizo pensar en que nos pasaríamos el resto del día en casa resguardadas del frío. Cuando se que nos vamos a quedar en casa a la hora de la merienda, me gusta pensar que hay algo rico que compensará una tarde sin salir. Eso me animó a preparar una masa para gofres.
Los gofres son como los pancakes, los crèpes... admiten cualquier acompañamiento que se les ponga. A mí personalmente me encantan con crema de praliné, una pâte à tartiner cuya receta os mostraré otro día. En su ausencia, esta vez los he acompañado simplemente de azúcar glas, sirope de agave o mermelada de frutos rojos.
Hacer la masa en casa es muy sencillo y rápido. La que hago lleva cerveza. Aligera mucho el resultado y le da un toque especial. En Bélgica hay multitud de puestos de gofres, su olor es inconfundible cada vez que se dobla una esquina pero hacerlos en casa, al igual que otras tantas cosas, es infinitamente mejor.
g a u f f r e s
(receta para 4 gofres)
- 100g de harina de arroz
- 25g de almidón de tapioca
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 60g de azúcar glas
- 1 huevo
- 30g de mantequilla fundida
- 50ml de leche tibia
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 125ml de cerveza sin gluten
1. Fundir la mantequilla y reservar. Calentar la leche y cuando rompa a hervir, retirar y reservar.
2. Mezclar las harinas tamizadas, el bicarbonato y el azúcar glas en un bol.
3. Hacer un agujero en el medio y añadir el huevo y la mantequilla fundida. Mezclar con un batidor manual.
4. Añadir la cerveza y la leche tibia. Mezclar hasta que no queden grumos.
5. Dejar reposar unas dos horas en el frigorífico.
6. Sacar la masa del frigorífico y esperar de 20 a 30 minutos.
7. Verter la masa en la gofrera y cocerlos de 4 a 5 minutos.
8. Una vez fríos, espolvorear con azúcar glas o acompañar con lo que se desee. Conservarlos un par de días en un recipiente cerrado para que la masa no se seque con el aire.