10/9/10

Las meriendas del brioche

Os puedo asegurar que la cocina sin gluten no es fácil, lo que tampoco quiere decir que sea imposible. Solo hay que asumir que hace falta probar y meter mucho la pata para comenzar a ver resultados. Una vez superados los primeros sustos, llegan las grandes satisfacciones, llega la obsesión por no poder parar de hacer cosas nuevas y la ilusión por comerlas.

No sé cuántas veces me habrán entrado ganas de poder hacer algo tan sencillo como salir a desayunar a cualquier café bonito y decir: "Póngame un café con brioche y mermelada". No es tan sencillo y más bien lo vamos a resumir en casi imposible que se de la circunstancia de poder hacer algo así. Es a partir de ahí cuando se multiplica mi pasión por la cocina.

Y hablando del ejemplo del brioche, necesito mostraros algo. No es ningún descubrimiento, porque habrá muchos y muy buenos y tampoco es porque sea una receta mía, no. A mí, además de experimentar el mundo sin gluten, me encantan los libros de cocina (y últimamente he de confesar que soy adicta también a los blogs). Esta semana me apetecía probar con un brioche. Mi idea era conseguir una masa con mucho aire, que no se quedase apelmazada por la ausencia de gluten y que fuese esponjosa y no se endureciese fácilmente, superando así la difícil tarea del antiatragantamiento (algo habitual comiendo pan sin gluten).

Lo he llamado brioche pero en realidad se debería llamar "pan dulce" porque, a diferencia del tradicional brioche originario de Normandía, no lleva mantequilla y en vez de azúcar, lleva miel. Es una receta del libro "Healthy bread in five minutes a day" de Zoé François y Jeff Hertzberg. El resultado es una maravilla de esponja dulce que se deshace en la boca.


Es muy suave y ligero y para el acompañamiento admite tanto salado como dulce. Cualquiera de las dos opciones es una buena combinación.

Para terminar, os dejo la receta y os animo a que lo hagáis e invitéis a alguien a casa a merendar, cocinar para alguien es una de las mejores satisfacciones.

b r i o c h e   d e   m i e l   y   a c e i t e

- 1 taza de harina de arroz
- 1 taza de harina de tapioca
- 3 tazas y 3/4 de maizena
- 20 g de levadura de panadería
- 2 1/2 tazas de leche
- 1 taza de miel
- 1 taza de aceite vegetal
- 3 huevos
- 1 cucharadita de goma xantana
- 1 cucharadita de azúcar avainillado
- 1 cucharadita de sal

1. Mezclar los ingredientes sólidos: harinas, la levadura, la goma xantana, el azúcar avainillado y la sal en un bol.
2. Mezclar bien los líquidos: la leche, la miel, el aceite y los huevos en otro bol.
3. Ir añadiendo poco a poco los ingredientes sólidos a los líquidos y mezclar durante 5 minutos con un procesador o a mano insistentemente (es necesario meterle mucho aire a la masa).
4. Cubrir con un paño y dejar que la masa crezca durante dos horas.
5. Verter la masa en uno o varios moldes, una vez engrasados, y dejar unos 20 minutos para que vuelva a crecer.
6. Mientras, precalentar el horno a 180º
7. Hornear hasta que la superficie comience a dorar. Tarda relativamente poco pero depende del tamaño que estemos haciendo, por eso hay que estar atento.

No os perdáis ni un solo bocado.