Os puedo asegurar que la cocina sin gluten no es fácil, lo que tampoco quiere decir que sea imposible. Solo hay que asumir que hace falta probar y meter mucho la pata para comenzar a ver resultados. Una vez superados los primeros sustos, llegan las grandes satisfacciones, llega la obsesión por no poder parar de hacer cosas nuevas y la ilusión por comerlas.
No sé cuántas veces me habrán entrado ganas de poder hacer algo tan sencillo como salir a desayunar a cualquier café bonito y decir: "Póngame un café con brioche y mermelada". No es tan sencillo y más bien lo vamos a resumir en casi imposible que se de la circunstancia de poder hacer algo así. Es a partir de ahí cuando se multiplica mi pasión por la cocina.
Y hablando del ejemplo del brioche, necesito mostraros algo. No es ningún descubrimiento, porque habrá muchos y muy buenos y tampoco es porque sea una receta mía, no. A mí, además de experimentar el mundo sin gluten, me encantan los libros de cocina (y últimamente he de confesar que soy adicta también a los blogs). Esta semana me apetecía probar con un brioche. Mi idea era conseguir una masa con mucho aire, que no se quedase apelmazada por la ausencia de gluten y que fuese esponjosa y no se endureciese fácilmente, superando así la difícil tarea del antiatragantamiento (algo habitual comiendo pan sin gluten).
Lo he llamado brioche pero en realidad se debería llamar "pan dulce" porque, a diferencia del tradicional brioche originario de Normandía, no lleva mantequilla y en vez de azúcar, lleva miel. Es una receta del libro "Healthy bread in five minutes a day" de Zoé François y Jeff Hertzberg. El resultado es una maravilla de esponja dulce que se deshace en la boca.
Es muy suave y ligero y para el acompañamiento admite tanto salado como dulce. Cualquiera de las dos opciones es una buena combinación.
Para terminar, os dejo la receta y os animo a que lo hagáis e invitéis a alguien a casa a merendar, cocinar para alguien es una de las mejores satisfacciones.
b r i o c h e d e m i e l y a c e i t e
- 1 taza de harina de arroz
- 1 taza de harina de tapioca
- 3 tazas y 3/4 de maizena
- 20 g de levadura de panadería
- 2 1/2 tazas de leche
- 1 taza de miel
- 1 taza de aceite vegetal
- 3 huevos
- 1 cucharadita de goma xantana
- 1 cucharadita de azúcar avainillado
- 1 cucharadita de sal
1. Mezclar los ingredientes sólidos: harinas, la levadura, la goma xantana, el azúcar avainillado y la sal en un bol.
2. Mezclar bien los líquidos: la leche, la miel, el aceite y los huevos en otro bol.
3. Ir añadiendo poco a poco los ingredientes sólidos a los líquidos y mezclar durante 5 minutos con un procesador o a mano insistentemente (es necesario meterle mucho aire a la masa).
4. Cubrir con un paño y dejar que la masa crezca durante dos horas.
5. Verter la masa en uno o varios moldes, una vez engrasados, y dejar unos 20 minutos para que vuelva a crecer.
6. Mientras, precalentar el horno a 180º
7. Hornear hasta que la superficie comience a dorar. Tarda relativamente poco pero depende del tamaño que estemos haciendo, por eso hay que estar atento.
No os perdáis ni un solo bocado.