Una cuchara grande y dorada, proporcional a la taza que acompaña las palabras sueltas con las que aspiro a escritora. La dulzura de las pequeñas cosas cuando menos te lo esperas. Esos regalos que arroja el cariño y que son tan sencillos que solo con la intención saben llegar al alma y comprender una pasión, como es la mía.