¿Por qué las relaciones se enfrían? El distanciamiento puede ser una de las causas y, aunque no debería ser una justificación, ocurre a menudo... nos ocurre a menudo. Llegados a este punto y hablando por experiencia, la amistad requiere reciprocidad y sin reciprocidad no hay continuidad. Decía Aristóteles, en Ética a Nicómano,que "la amistad reside en el compartir, en el conversar y en el compenetrarse" por eso el amigo se convierte en ese "otro yo" en el que nos reflejamos.
En cuanto el tiempo y el espacio nos separan, cerramos etapas e iniciamos otras. Nuevas personas entran en nuestras vidas. Poco a poco nos vamos centrando en el presente y dejando atrás (que no olvidando) lo pasado. Las amistades puede que no se acaben, permanecen latentes, a la vez silentes, como si nuestras vidas siguieran y cuando quisiéramos volver a ellas, estuvieran congeladas en un paréntesis detenido en el tiempo. Y en el momento en el que decidimos rescatarlas, o están demasiado marchitas o, por lo general, vuelven a florecer gracias a la ilusión por recuperar el tiempo perdido. Ayer comencé a rescatar una.
2 comentarios:
Martita!
Me ha alegrado mucho leer tu post de hoy, es casi lo que necesitaba oir.
Hay algunas amistades cuyas raíces, por lo que sea, a menudo la antiguedad, son tan profundas que sabes que no morirán, y que si las riegas un poco seguirán creciendo.
Hay otras, cuyas raíces por tiempo no son tan resistentes, y por el tiempo y la distancia son más fáciles de que marchiten. Este post me da esperanzas para creer que con un poco de agua y abono pueden volver a florecer, pero sin reciprocidad, si ves que no vuelven a florecer, a veces el jardinero se cansa de regar.
Uf, filosofia matutina! je je
Filosofía matutina pero muy buena!!
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