Volver del verano es casi siempre una especie de momento entre agridulce y necesario: me gusta mucho ponerme vestidos pero echo de menos los abrigos; busco el sol pero echo de menos sentir el frío en la cara; necesito viajar pero siempre volver... al fin y al cabo mi espacio son mi casa y mis cosas.
Un mes y medio sin pasarme por aquí ha sido mucho tiempo, quizás más del que hubiera pensado o deseado pero no ha podido ser de otra manera, no al menos este verano. Hemos hecho muchas cosas y hay tantas fotos que prefiero dosificarlas porque merece la pena que cada una tenga su lugar.
Hemos celebrado más que nunca, recorrido algunas regiones de nuestros países favoritos, hemos comido, visitado y dormido en lugares excepcionales y nos hemos topado con gente maravillosa.
Mientras tanto, Léa ha crecido y sus casi 16 meses marcan la diferencia en relación con lo vivido hasta ahora. Lo de ser bebé se ha acabado o como ella muy bien dice: "bye, bye baby".
Nuestros recuerdos de este verano han comenzado una mañana de agosto bajo el leve manto de la niebla sobre el verde de Asturias. Los siguientes, no os los perdáis en los próximos días.
4 comentarios:
Un verdadero placer visitarte siempre.
Deseando ver todos tus recuerdos.
Besazos.
Como siempre, me encantan tus fotos
Un besin, Abi
Preciosas fotos, como siempre. Besos
Que reportaje tan bonito, transmite armonía, paz y tranquilidad!!!
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