Puro otoño y una receta para Singulares Mag

Celebrando la entrada en una estación tan especial, las vendimias y las frutas de temporada, la receta que esta semana cubre el blog de Singulares Mag no podía ser otra que una que reuniese el vino, las ciruelas, la canela y los colores apagados.Puro otoño. La podéis ver aquí.

las manzanas de Asturias, mi otoño

Mis padres tienen un manzano que crece debajo de casa. No es comparable a la hilera desordenada de manzanos de mi abuelo, ni son las mismas manzanas, tampoco es la tradición... pero este otoño ha sido así.

Hemos estado en Asturias una semana. Siempre vuelvo buscando mi tranquilidad de antes en el pueblo, estar en casa, los cafés, las charlas y el beso de buenas noches de mi madre. Es lo que más echo de menos y ya no encuentro, al menos no siempre cuanto quisiera. Ahora hay obligaciones, otras personas y nada puede ser lo mismo.

Volviendo a las manzanas y evitando caer de nuevo en la tentación de usarlas en un bizcocho o en una tarta, este otoño se prestan como relleno para un pan dulce tipo brioche que mi madre y yo hemos desayunado con café y merendado humedecido en natillas todos estos días. De ingredientes simples y resultado delicioso.

p a n   d u l c e   d e   m a n z a n a

Para la masa:

1/4 taza de agua tibia

1/2 taza de azúcar

1 1/2 cucharadita de levadura seca

3/4 taza de leche tibia

1 cucharadita de extracto de vainilla

2 huevos

3 1/2 tazas de harina sin gluten

1 cucharadita de sal

1/2 taza de mantequilla

Para el relleno:

3 manzanas

2 cucharadas de mantequilla en cubos

1/4 taza de azúcar

1 cucharadita de canela en polvo

1. Engrasar un bol y reservar.

2. Mezclar el agua con dos cucharaditas de azúcar en el bol de un batidor eléctrico y espolvorear con la levadura en polvo la superficie del agua. Mezclar hasta que la levadura se haya disuelto y dejar reposar cinco minutos.

3. Añadir la leche, el extracto de vainilla, los huevos, la harina y la sal. Mezclar durante 3 minutos a velocidad baja. Después aumentar velocidad, dejar mezclarse bien y añadir la mantequilla en dos veces hasta que se incorpore bien a la masa.

4. Añadir el resto del azúcar y mezclar otros 4-5 minutos.

5. Pasar la masa a una superficie de trabajo previamente enharinada y formar una bola. Meterla en el bol que previamente hemos engrasado, cubrirla con papel transparente y dejarla reposar hasta que doble su volumen durante al menos tres horas o refrigerar toda la noche y sacarla a temperatura ambiente antes de usar.

6. Pelar y cortar las manzanas sin pepitas en cubos. En una sarten con los cubos de mantequilla, incorporar las manzanas y saltear durante 8 minutos hasta que se ablanden.

7. Añadir azúcar y canela y mezclar. Retirar del fuego y dejar enfriar.

8. Colocar la masa del pan en una superficie de trabajo y amasar con las manos estirándola un poco e introduciendo en el medio las manzanas previamente cocinadas. Envolver con los bordes de masa de alrededor volviendo a formar una bola. Poner la masa en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado.

9. Pintar con huevo la superficie si se desea.

10. Hornear a 160ºC hasta que la superficie se dore durante aproximadamente 40 minutos. Dejar enfriar unos 10 minutos.

Receta adaptada del blog "Dessert First"

Leche, cacao, avellanas y azúcar

Léa anda, octubre es el mes de las avellanas y la luz se ha vuelto otoñal. Por orden de importancia, son los hitos de las últimas semanas: uno sorpresa y el resto, lo que espero cada año de esta estación.

Cuando uno es pequeño no se da cuenta de muchas de las cosas que suceden a su alrededor. Ocurren y es algo normal que se repite cada año. Cuando uno crece se da cuenta que aquello, que parecía tan normal, era un privilegio. Me refiero al placer de poder recoger los frutos de temporada: de recogerlos, de idear una receta y de comérselo. Vivir en el campo enseña más de lo que uno puede imaginar, son costumbres muy sanas.

Octubre es el mes de las avellanas. Puedo comer un buen puñado al natural pero siempre las asocio a algo con chocolate. Su sabor me hace sentir bien.

Un puñado de avellanas y otro puñado de cacao mojado en leche fría. Unas cookies. Así fue.

Comienza una estación que inspira en todos los sentidos. Este año Léa ya es más consciente, descubre y aprende de lo que ve, escucha y toca. Es un buen momento para mostrarle la calidez de los colores del otoño en vivo, a través de la ventana, y con la imaginación, a través del papel.

c o o k i e s   d e   c a c a o   y   a v e l l a n a

- 150g de harina de arroz
- 70g de fécula de patata
- 50g de almidón de maíz
- 50g de cacao en polvo
- 80g de avellanas en polvo
- 220g de mantequilla
- 110g de azúcar

1. Mezclar la harina, la fécula, el almidón, el cacao y las avellanas en polvo en un bol.
2. En un batidor eléctrico, batir la mantequilla y el azúcar hasta que quede cremoso.
3. Ir añadiendo poco a poco la mezcla del punto número 1 a la mantequilla y al azúcar hasta obtener una masa algo pegajosa.
4. Pasar a una superficie enharinada y envolver la masa en un papel de horno formando un tronco. Meter en la nevera durante una hora.
5. Precalentar el horno a 180º.
6. Sacar de la nevera y cortar discos de 1cm de espesor y cocer en el horno sobre 12-15 minutos. No esperar demasiado porque luego endurecen fuera.